edilberto GONZÁLEZ TREJOS
rompe la ola desde el horizonte ...
brilla el verde azul del Mar Caribe.
"TIBURÓN - RUBÉN BLADES
Mi pluma se yergue y saluda al Gran Caribe, Aquel que, como dijo alguna vez J.J. ARMAS MARCELO, se extiende desde el Delta del Mississippi hasta el Delta del Amazonas, plétoro del reflejo del sol en arenas de albura extrema, brisa fresca a ratos salvaje, calor picoso, llanos, cañaverales y una que otra Sierra tímida e introvertida.
Allí donde las "caras lindas de mi gente negra" beben ron, cortan caña, tocan tambor, menean las caderas. Un crisol de razas, precolombinos, europeos, africanos, asiáticos y todo lo que existe en el medio.
Tierras entre aguas, ínsulas, penínsulas e interínsulas, bañadas de carnavales, salpicadas de sangre y sudor, permeadas de alegría y grito, entre el hambre y el sueño no cumplido, evoco estos versos desde Panamá, de hablar rápido, oxigenado y cadencioso.
I. V a c í o ...
Incluso cuando no estoy solo
hay un vacío inescrutable,
se resiste ante todo
intento,
me siento
como un pozo seco,
inexplicable.
Mas en mi soledad
llamada así sólo
por ponerle un nombre,
mi mente
se desvanece en vacuidad
y se disipa mi llama,
al apagarla
este gas que consume mis
escamas.
II. P a i s a j e s
Llanos ardientes que queman tus pies,
cañaveral picoso que corta tu interior.
Harinos dispersos
cuidan al arroyo que sólo es ribera – en tranque –
Cielo despejado sobre polvo antojadizo.
Aguaje...de hermanos sedientos, mueven los pies,
demencial y exitoso culeco, "lo mejor",
amigos inquietos,
destilan el empeño de inundar la carretera – en sangre –
Pelos plegadizos del sexo ulcerado.
III. N o c h e
Es poco lo que te queda,
proseguir al acecho con la presa
que pusiste en la mira
de día.
Dormir, exhausto, embrutecido
por estupefacientes y licor.
Bailar con tu sombra en la pared,
abrir los pliegues del calamar en sazón
y exprimir los jugos.
IV. B o s q u e
Es poco lo que nos queda,
seguir destruyendo la maltrecha naturaleza,
que así nos mira
entre clemencia e ira.
Morir, nefasto es el sino
que nos estamos haciendo con vigor.
Despreciar esas sombras de madera
bajo flores que se abren púrpura y marrón
y exprimen sus jugos.
IV. P r e c i p i t a c i ó n
La lluvia cae intempestiva
mil metros separan las orillas,
carreteras de cemento y Puentes "Bailey",
miradores para apreciar la festiva
vista y la tranquilidad que nos maravilla,
el perfecto balance de la naturaleza y
su ley.
Mas yo, entre viejos libros, oficinas
faxes y procesadoras de datos,
aire acondicionado,
me petrifico y me muero por el dinero
para poder disfrutar de lo que me fascina
y de este juego demencial no escapo,
todo está condicionado
a usar al Sistema para conseguir aquello
que quiero.
V. S u e ñ o
Me alimento del exterior,
busco afuera lo mejor
y quién sabe si entre abstracciones
llegue yo a las primordiales conclusiones
en ésa, mi Lucha Interna,
para sobrevivir en esta "Vida Moderna".
Original de Febrero de 1992, editado en marzo de 2005